jueves, 30 de junio de 2011

Trasladando el agua de la cocina al comedor


Transforma y vuelve un hábito el beber agua pura solo pasa tu agua de la cocina a tu mesa y toma los vasos de agua requeridos.

¿Conoces los minerales que el agua potable te brinda para quitar esa saciedad llamada sed?
transforma tu vida y conoce lo que tomas.....

Al tratarse de la sustancia que más abunda en nuestro organismo, el agua es sin duda el alimento más importante. Además de formar parte de los órganos y tejidos, resulta imprescindible para el metabolismo, ya que son multitud los procesos y reacciones químicas que tienen lugar en su seno, y en ella se desarrollan los procesos fisiológicos esenciales. Existe tanto en el interior de nuestras células como en el espacio extra celular, en la sangre, en los líquidos circulantes y también en los que bañan las células. En definitiva, el 60% del cuerpo es agua.


Curiosamente, la composición de los líquidos que hay dentro y fuera de las células es muy diferente. En ambos casos, el disolvente es el mismo: agua. Sin embargo, varían las concentraciones de muchas moléculas e iones. Por ejemplo, el interior de las células contiene unas 30 veces más iones de potasio que los líquidos que las rodean, mientras que estos fluidos son mucho más ricos en iones de sodio. Aunque la célula apenas lo contenga, para ella es imprescindible estar rodeada de un medio acuoso rico en sodio.

Todo ello nos da idea de la importancia del equilibrio hídrico de nuestro organismo y de los sistemas de regulación del metabolismo del agua, lo que se traduce en que una de las necesidades más imperiosas que podemos sentir es la sed. Y es que podemos vivir sin comer varias semanas, pero sin beber no lograríamos resistir más que unos pocos días. Todos necesitamos tomar al día unos 40 gramos de agua por kilo de peso corporal, ya que perdemos alrededor de esa cantidad. Por ejemplo, en el caso de un adulto, puede ser casi litro y medio a través de la orina y el resto por la respiración, la sudoración y las heces.

Las necesidades hídricas del organismo comienzan antes de que lleguemos a sentir sed, e incluso persisten algo después de que desaparezca la sensación, lo que debemos tener en cuenta para acordarnos de beber. Por término medio, una persona ha de ingerir más de un litro de agua al día –entre 6 y 8 vasos– en forma de líquidos, además de la que contienen los alimentos.

Como todos sabemos, el agua calma la sed mucho mejor que las bebidas que contienen alcohol, pero es que también es preferible a los refrescos que llevan azúcar, ya que el intestino delgado necesita agua para digerirla y esta ha de tomarla del cuerpo. En cuanto a la temperatura, tiene su sentido beberla fría, no sólo por la sensación de frescor que proporciona, sino porque al enfriar el estómago hace que este se contraiga, con lo que se acelera el tránsito del agua al intestino y su correspondiente

Aunque todos nos hemos aprendido aquello de que el agua es “incolora, inodora e insípida”, esto se refiere al agua pura, pero no a la potable. Es verdad que esta ha de ser cristalina y sin olor –no es bueno que huela a cloro o a compuestos de azufre–, pero el agua de mesa tiene sabor. La que normalmente consumimos, sea embotellada o del grifo, contiene sustancias disueltas –dióxido de carbono, sodio, hierro, calcio, flúor...– que nos permiten escoger la de nuestra preferencia.

El agua mineral puede ser con gas, con efervescencia natural y sin gas. El agua con gas suele ser alcalina, lo que ayuda a neutralizar la acidez. Entre las aguas sin gas podríamos distinguir entre cálcicas, cloruradas, magnésicas, sódicas, sulfatadas, fluoradas, ferruginosas y otras. En el mercado encontramos también aguas con sabor, como alternativa para el consumidor de refrescos, ya que contienen una cantidad de azúcar mucho menor. La idea es antigua, muy utilizada a nivel popular por el simple procedimiento de añadir pequeñas cantidades de zumos o cortezas de frutos –limón, naranja– o hierbas aromáticas, como menta o hierbabuena. Las aguas isotónicas, por su parte, contienen la misma concentración de sales y azúcares que la sangre y ayudan a reponer las pérdidas de minerales cuando tiene lugar una sudoración intensa y duradera, como sucede durante la práctica deportiva.

Pero el agua es también fundamental en la cocina, pues constituye el medio más habitual para la preparación de alimentos: hervidos, al vapor, escalfados, escaldados, al baño María... A este respecto, la diferencia más importante reside en su dureza, que es una medida de la cantidad de sales de calcio y magnesio que contiene. Se llaman aguas blandas las que tienen menos de 50 miligramos por litro de carbonato de calcio y aguas duras las que sobrepasan los 120 miligramos. Las primeras son propias de terrenos graníticos y de alta montaña, mientras que las duras provienen de suelos calizos. Las aguas duras no son adecuadas para la cocción de legumbres, aunque a veces la dureza puede corregirse añadiendo algo de bicarbonato sódico. Pero en general, son preferibles las aguas blandas.

Fuente: www.muyinteresante.com

lunes, 20 de junio de 2011

¿Sabías Qué?


El agua no solamente trae beneficios externos, a continuación conoceras algunos datos que no puedes dejar pasar para que el funcionamiento interno de tu cuerpo sea mas efectivo ingiriendo el líquido vital.
  • El agua en la hora correcta maximiza su efectividad en el cuerpo humano?

  • 2 vasos de agua después de despertar ayuda a activar los órganos internos.

  • 1 vaso de agua 30 minutos antes de comer ayuda a la digestión.

  • 1 vaso de agua antes de bañarse ayuda a bajar la presión sanguínea.

  • 1 vaso de agua antes de irse a dormir evita apoplejías o ataques al corazón.

  • 1 vaso de agua antes de hacer el sexo ayuda al relajamiento del órgano femenino

  • 2 vasos de agua ante de ingerir bebidas alcohólicas ayuda al hígado

  • 1 vaso de agua antes de enojarse ayuda a tomar las cosas con calma

martes, 7 de junio de 2011

El agua en el hombre

Todos conocemos y sabemos acerca de la importancia que el agua tiene en el hombre, pero,¿cuales son las proporciones de este líquido vital dentro del cuerpo humano?, ¿porqué es necesario el consumo diario de esta?

El agua representa el 65% del peso del ser humano y el 90% de su cerebro es agua, con un contenido salino del 0,9%. Los huesos tienen un contenido de un 30% de agua.


Esto equivale a unos 45 litros de agua, que se encuentra en el interior de las células (agua intracelular) o fuera de ellas (agua extracelular). En este caso puede formar parte del líquido intersticial que baña las células o de los líquidos circulantes, en especial el plasma sanguíneo.

El agua intracelular representa un 50% de la masa corporal magra (unos 25 litros) y el agua extracelular el 20% de la misma (unos 16 litros), porcentaje que se reparte entre el líquido intersticial (15%) y el líquido circulante (5%).

Entre los dos compartimentos de agua en el organismo hay un continuo intercambio en cuyo equilibrio influye, entre otros factores, las variaciones de pH y la diferencia de la presión osmótica de la membrana celular.

La pérdida diaria de agua del organismo depende de factores fisiológicos, ambientales, etc., y su valor medio es aproximadamente de 2.600 c.c., repartidos en la orina (1.200 c.c.), heces (200 c.c.), sudor (360 c.c.) y respiración (840 c.c.).

El agua perdida se obtiene de la dieta: una parte se ingiere directamente y otra procede del metabolismo de los alimentos.

La deficiencia de agua en el organismo o deshidratación simple o primaria ocurre raras veces, en cambio la deshidratación secundaria (deficiencia de agua y sales en el organismo) es más frecuente y aparece como consecuencia de una diarrea intensa o vómitos, fiebre, estados morbosos en los que hay una pérdida notable de agua por la orina, etc.

Las funciones del agua en el organismo tienen un equivalente fuera de él. El agua que bebemos y con la que nos lavamos es un disolvente, aunque también sirve para eliminar nuestros desechos.

Fuente:http://www.slackstone.com